11 - Venus y Marte. Boticelli; siglo XV. National Gallery (Londres)
En la obra de Boticcelli a Venus se la representa como una joven esposa vestida elegantemente, según los cánones de la época renacentista. La imagen de Venus contrapuesta a la de Marte alude al poder del amor que vence a la violencia y la guerra. El yelmo sobre la cabeza del niño sátiro es uno de los símbolos de Marte, adormecido bajo la mirada de Venus. La armadura de la que asoma el pequeño sátiro es uno de los atributos de Marte, dios de la guerra.
El mito atribuye a la diosa del amor, Venus, esposa de Vulcano, dios del fuego, numerosos amores. Marte, dios de la guerra, fue sorprendido en su compañía gracias a la trampa tendida por Vulcano, motivo de general hilaridad durante los banquetes divinos. Homero cuenta cómo, de madrugada, los dos amantes fueron sorprendidos por el Sol, que fue a contar la aventura a Vulcano. Éste preparó secretamente una trampa: se trataba de una red mágica, que sólo él podía accionar. Una noche en que los dos amantes se hallaban en el lecho de Venus, Vulcano cerró la red sobre ellos y llamó a todos los dioses del Olimpo. El espectáculo produjo en todos gran regocijo. A ruegos de Neptuno, Vulcano consintió en retirar la red, y la diosa escapó avergonzada, hacia Chipre, mientras Marte se dirigió a Tracia. De los amores de Venus y Marte nacieron Cupido, Deimo, Fobo y Harmonía. El tema del amor de Venus y Marte ha tenido notable fortuna en la iconografía. Frecuentemente se representa a los dos amantes mientras yacen juntos o en el momento de ser sorprendidos por Vulcano. Con ellos suele aparecer la figura de Amor, al que se considera hijo suyo.
El mito atribuye a la diosa del amor, Venus, esposa de Vulcano, dios del fuego, numerosos amores. Marte, dios de la guerra, fue sorprendido en su compañía gracias a la trampa tendida por Vulcano, motivo de general hilaridad durante los banquetes divinos. Homero cuenta cómo, de madrugada, los dos amantes fueron sorprendidos por el Sol, que fue a contar la aventura a Vulcano. Éste preparó secretamente una trampa: se trataba de una red mágica, que sólo él podía accionar. Una noche en que los dos amantes se hallaban en el lecho de Venus, Vulcano cerró la red sobre ellos y llamó a todos los dioses del Olimpo. El espectáculo produjo en todos gran regocijo. A ruegos de Neptuno, Vulcano consintió en retirar la red, y la diosa escapó avergonzada, hacia Chipre, mientras Marte se dirigió a Tracia. De los amores de Venus y Marte nacieron Cupido, Deimo, Fobo y Harmonía. El tema del amor de Venus y Marte ha tenido notable fortuna en la iconografía. Frecuentemente se representa a los dos amantes mientras yacen juntos o en el momento de ser sorprendidos por Vulcano. Con ellos suele aparecer la figura de Amor, al que se considera hijo suyo.
Hola Murcia, te felicito por tu blog, me gustan estos temas,,,,siempre me han gustado las hsitorias de la mitologia griega y romana mi nombre es raquel soy de venezuela.... saludos
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