9 - El nacimiento de Venus. Boticelli; siglo XV. Galería de los Ufizzi (Florencia)
Los atributos más corrientes de Venus, normalmente representada medio desnuda, son la rosa, el mirto y la manzana; la diosa puede estar acompañada de los animales que forman su séquito: la paloma, el gorrión, conejos y cisnes.
Cuenta Hesíodo que la diosa Venus era hija de Urano y había nacido en el mar. Urano, el primer señor del mundo, odia a los hijos que va engendrando en su madre la Tierra y los oculta en los abismos de ésta, por lo que la Tierra incita a sus hijos contra su padre. Saturno, el menor, ayuda a su madre, que le entrega una hoz dentada que ella misma ha fabricado con la que le corta a su padre los órganos genitales. A continuación Saturno arroja al mar los genitales de su padre después de matarlo y junto a ellos se forma una blanca espuma, sobre la que emerge una joven, la diosa Venus. Luego, Venus fue llevada por la brisa marina a las orillas de la isla de Citera y después a Chipre; ambas islas se convirtieron en los dos principales centros de culto de la divinidad.
En el cuadro, la figura con el manto celeste es Céfiro, el viento de la primavera que lleva a Venus hacia la isla. La muchacha alada que le acompaña podría ser Aura, la brisa. La doncella que ofrece el manto a Venus se identifica con una de las Gracias o una de las Horas. La postura de Venus remite a la antigua figura de la Venus Púdica, de la que es ejemplo la Venus Capitolina.
Cuenta Hesíodo que la diosa Venus era hija de Urano y había nacido en el mar. Urano, el primer señor del mundo, odia a los hijos que va engendrando en su madre la Tierra y los oculta en los abismos de ésta, por lo que la Tierra incita a sus hijos contra su padre. Saturno, el menor, ayuda a su madre, que le entrega una hoz dentada que ella misma ha fabricado con la que le corta a su padre los órganos genitales. A continuación Saturno arroja al mar los genitales de su padre después de matarlo y junto a ellos se forma una blanca espuma, sobre la que emerge una joven, la diosa Venus. Luego, Venus fue llevada por la brisa marina a las orillas de la isla de Citera y después a Chipre; ambas islas se convirtieron en los dos principales centros de culto de la divinidad.
En el cuadro, la figura con el manto celeste es Céfiro, el viento de la primavera que lleva a Venus hacia la isla. La muchacha alada que le acompaña podría ser Aura, la brisa. La doncella que ofrece el manto a Venus se identifica con una de las Gracias o una de las Horas. La postura de Venus remite a la antigua figura de la Venus Púdica, de la que es ejemplo la Venus Capitolina.
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